XXVI. La afinidad

1
Desde el boulevard se escuchó
la colisión de frontales
e incluso también
de iris y pupilas.

2
Chocaron entonces
dos mentes traslúcidas
dejando pasar ideas
ebrias y profundas.

3
Simbiótica y semántica (la mente)
arrasó con lo previo,
se tragó catastrófica (mente)
lo que los sentidos fumaban.

Lenguas por leguas
vomitaron lo ideado
a lo viento en contramano
y el tornado removió
una canción que jamás se había cantado.

Esos cráneos fundidos
se ataban con aliento
danzando un "cómo siento"
por el tórax aclamado.

4
Y es entonces que los labios
simplemente se acercaron
imitando dos paredes
elevadas en dos planos.

5
Tal vez todos los crujidos
algún día se apacigüen
con el derrumbe unísono
de uno de los pilares.

Besaríanse imprevistamente (las mentes)
así como se besan a veces
ciertas gotas
ciertas veces.

6*
Pues en Santa Fe aturdiría
el gemir y los clamores
de dos cuerpos que de unirse
una vez han concluído.

A los pies llamará el deber
la sincronía, la empatía
y podrán recorrer juntos
lo que les queda de vida.

*no concuerda con el resto del poema.